miércoles, 8 de julio de 2015

Andrés, III

SI SE ABURRIERON DE LEERME:https://soundcloud.com/natalia-garcia-139/lo-que-me-costo-el-amor-de 


la presencia y la ausencia
la certeza y la incertidumbre
los afijos, los prefijos y los sufijos


 Capítulo IV, la soledad

Me levanté, fumé y leí un libro. Una forma de seguir durmiendo. Un continuum meditativo en el cual me sumerjo al punto de leer con los ojos cerrados, o creer que terminé de leer libros cuando no fue así. Otro pequeño retuerce de mi cerebro para no aceptar los finales tal y como otros los escriben.

Me preguntaba si él hoy iba a llamarme, si se acordaba de mí, de que respiro, de que mi vida sigue cuando él se va. El peso de su cuerpo atraviesa la puerta hacia ese mar en el que él elije vivir su vida, eso a lo que él le llama "su realidad". Él sale, ella entra. Soledad. Las manos de él son grandes pero las de ella pegan más fuerte. Yo aceptaba los golpes, sentía algo de goce en ellos, creía en las recompensas.

Fumaba y pensaba que esta vez todo sería distinto. Que esta vez iba a dejar de ser indiferente. La señora de enfrente conversaba con un árbol, o eso se veía desde mi ventana. Ella llevaba una campera violeta, el árbol se estaba vaciando de verde. Al árbol le sale una mano y la abraza. Ella no se deja, ¿tiene miedo? ¿ o es mi propio miedo el que yo proyecto sobre todas las personas? Luego un chico con un perro pasa por atrás de ella. Más miedo. Dolor de panza. Vómitos.  Miré fijo a la vecina de enfrente, la quise utilizar para uno de mis estúpidos,  pequeños y magníficos experimentos psicotrónicos,  le pregunté qué pensaría ella si yo abrazara un árbol y no me respondió, ya lo va a hacer. Tengo miedo a dejar de estar sola. Cuando él venga y se quede yo no voy a saber qué hacer. Yo no voy a ser suficiente para él. Seguí probando con la vecina, le quedaba tan linda esa campera violeta, los pelos así,  al viento. Creo que amo a mi vecina. Creo que amo la belleza de los martes a la mañana con vecinas de campera violeta y pelos al viento conversando con árboles cuasi desnudos. Le pedí que no se vaya y se fue. De repente desapareció, se dio vuelta y camino hacia la esquina, la de ella, ese lugar en el que ella cree vivir cuando yo no la estoy mirando. El árbol quedo ahí, estático esperándola. Yo soy el árbol y él, la vecina. Nunca podría descubrirlo si estuviera conmigo. Qué bueno que no me llamo hoy.



Flúor, de Juanma Moreno 
www.juanmamoreno.com

https://www.youtube.com/watch?v=dxRDKJq_83U


"... Y de ese modo se encendió gradualmente, en mitad de la médula que es el asiento del alma, no esa dura lucecita eléctrica que llamamos brillo y que entra y sale de los labios, sino aquel otro más profundo, sutil y subterráneo resplandor que es la rica llama amarilla del trato racional. A qué apurarse. A qué chispear. A qué ser otro y no uno mismo. Todos vamos juntos al cielo y nos acompaña Vandyck: en otras palabras, que buena parecía la vida, qué gratas sus recompensas, qué trivial esa queja o aquel rencor, cuan admirables la amistad y la sociedad de los semejantes, mientras al encender un buen cigarrillo uno se hundía entre los almohadones del asiento de la ventana..."
Virginia Woolf traducida por Jorge Luis Borges  en Un Cuarto Propio

Andrés, III

SI SE ABURRIERON DE LEERME:https://soundcloud.com/natalia-garcia-139/lo-que-me-costo-el-amor-de 


la presencia y la ausencia
la certeza y la incertidumbre
los afijos, los prefijos y los sufijos


 Capítulo IV, la soledad

Me levanté, fumé y leí un libro. Una forma de seguir durmiendo. Un continuum meditativo en el cual me sumerjo al punto de leer con los ojos cerrados, o creer que terminé de leer libros cuando no fue así. Otro pequeño retuerce de mi cerebro para no aceptar los finales tal y como otros los escriben.

Me preguntaba si él hoy iba a llamarme, si se acordaba de mí, de que respiro, de que mi vida sigue cuando él se va. El peso de su cuerpo atraviesa la puerta hacia ese mar en el que él elije vivir su vida, eso a lo que él le llama "su realidad". Él sale, ella entra. Soledad. Las manos de él son grandes pero las de ella pegan más fuerte. Yo aceptaba los golpes, sentía algo de goce en ellos, creía en las recompensas.

Fumaba y pensaba que esta vez todo sería distinto. Que esta vez iba a dejar de ser indiferente. La señora de enfrente conversaba con un árbol, o eso se veía desde mi ventana. Ella llevaba una campera violeta, el árbol se estaba vaciando de verde. Al árbol le sale una mano y la abraza. Ella no se deja, ¿tiene miedo? ¿ o es mi propio miedo el que yo proyecto sobre todas las personas? Luego un chico con un perro pasa por atrás de ella. Más miedo. Dolor de panza. Vómitos.  Miré fijo a la vecina de enfrente, la quise utilizar para uno de mis estúpidos,  pequeños y magníficos experimentos psicotrónicos,  le pregunté qué pensaría ella si yo abrazara un árbol y no me respondió, ya lo va a hacer. Tengo miedo a dejar de estar sola. Cuando él venga y se quede yo no voy a saber qué hacer. Yo no voy a ser suficiente para él. Seguí probando con la vecina, le quedaba tan linda esa campera violeta, los pelos así,  al viento. Creo que amo a mi vecina. Creo que amo la belleza de los martes a la mañana con vecinas de campera violeta y pelos al viento conversando con árboles cuasi desnudos. Le pedí que no se vaya y se fue. De repente desapareció, se dio vuelta y camino hacia la esquina, la de ella, ese lugar en el que ella cree vivir cuando yo no la estoy mirando. El árbol quedo ahí, estático esperándola. Yo soy el árbol y él, la vecina. Nunca podría descubrirlo si estuviera conmigo. Qué bueno que no me llamo hoy.



Flúor, de Juanma Moreno 
www.juanmamoreno.com

https://www.youtube.com/watch?v=dxRDKJq_83U


"... Y de ese modo se encendió gradualmente, en mitad de la médula que es el asiento del alma, no esa dura lucecita eléctrica que llamamos brillo y que entra y sale de los labios, sino aquel otro más profundo, sutil y subterráneo resplandor que es la rica llama amarilla del trato racional. A qué apurarse. A qué chispear. A qué ser otro y no uno mismo. Todos vamos juntos al cielo y nos acompaña Vandyck: en otras palabras, que buena parecía la vida, qué gratas sus recompensas, qué trivial esa queja o aquel rencor, cuan admirables la amistad y la sociedad de los semejantes, mientras al encender un buen cigarrillo uno se hundía entre los almohadones del asiento de la ventana..."
Virginia Woolf traducida por Jorge Luis Borges  en Un Cuarto Propio

domingo, 5 de julio de 2015

Los tornillos


"Tienes que dejar la ciudad de tu comodidad e ir a descubrir lo salvaje de tu intuición.
 Lo que descubrirás será maravilloso. Lo que descubrirás será a tí mismo" 
Alan Alda



Suelo encontrar tornillos tirados
Sospecho que siempre me estoy desarmando,
buscándome partes nuevas
recovecos inconclusos que el creador no terminó.
Partes mías, que quedaron disgregadas,
olvidadas, en cajas viejas, embaladas,
sin que nadie escriba FRAGIL sin acento sobre ellas

Ciertas partes mías no están muy decididas
de esta elección inconclusa y obligada,
de la agonía a la que obligo  mis días,
la que me arrincona,
la que me tira cajas de herramientas encima

Tengo partes inconclusas
me forjo a mí misma cada día,
Una forma de trascender,
mentirme, no dejarme ser
fabricarme, solo lentamente
para simplemente llegar a ser, el ser





La columna rota, 1944

https://www.youtube.com/watch?v=A9cjIaSYF_c


"...Es preciso que alguna vez nos demos cuenta de que de nada sirve predicar y alabar la luz cuando nadie pueda verla. Más bien sería necesario enseñar a los hombres el arte de ver. Es notorio que existen demasiadas personas incapaces de establecer una relación entre las figuras sagradas y su propia alma, es decir, que no pueden ver hasta qué punto duermen en su inconsciente imágenes correspondientes. Para hacer posible esta visión interior, se impone abrir el camino a la posibilidad de ver. Ahora bien, cómo pueda hacerse esto sin psicología, es decir, sin tocar el alma, es algo que, lo confieso abiertamente, no consigo comprender..."

Carl Jung traducido por Alberto Luis Bixio, Psicología Y Alquimia



https://www.youtube.com/watch?v=RDYoPVM2jI0 
(el amor es lo único que cura)



Los tornillos


"Tienes que dejar la ciudad de tu comodidad e ir a descubrir lo salvaje de tu intuición.
 Lo que descubrirás será maravilloso. Lo que descubrirás será a tí mismo" 
Alan Alda



Suelo encontrar tornillos tirados
Sospecho que siempre me estoy desarmando,
buscándome partes nuevas
recovecos inconclusos que el creador no terminó.
Partes mías, que quedaron disgregadas,
olvidadas, en cajas viejas, embaladas,
sin que nadie escriba FRAGIL sin acento sobre ellas

Ciertas partes mías no están muy decididas
de esta elección inconclusa y obligada,
de la agonía a la que obligo  mis días,
la que me arrincona,
la que me tira cajas de herramientas encima

Tengo partes inconclusas
me forjo a mí misma cada día,
Una forma de trascender,
mentirme, no dejarme ser
fabricarme, solo lentamente
para simplemente llegar a ser, el ser





La columna rota, 1944

https://www.youtube.com/watch?v=A9cjIaSYF_c


"...Es preciso que alguna vez nos demos cuenta de que de nada sirve predicar y alabar la luz cuando nadie pueda verla. Más bien sería necesario enseñar a los hombres el arte de ver. Es notorio que existen demasiadas personas incapaces de establecer una relación entre las figuras sagradas y su propia alma, es decir, que no pueden ver hasta qué punto duermen en su inconsciente imágenes correspondientes. Para hacer posible esta visión interior, se impone abrir el camino a la posibilidad de ver. Ahora bien, cómo pueda hacerse esto sin psicología, es decir, sin tocar el alma, es algo que, lo confieso abiertamente, no consigo comprender..."

Carl Jung traducido por Alberto Luis Bixio, Psicología Y Alquimia



https://www.youtube.com/watch?v=RDYoPVM2jI0 
(el amor es lo único que cura)



viernes, 3 de julio de 2015

El signo

ESCUCHENLON; https://soundcloud.com/natalia-garcia-139/el-signo-mas-ahora  



"Se desató  amor nuestra esencia,

Ya no hay nada que lo detenga."


Los cuerpos ensimismados
Uno arriba del otro
Apilados , como cuchetas
Sin ropa, vacios de todo lo otro
Peso contra peso
Inmóviles, yacientes
Dos que parecen uno
Los pies encastrados,
 
Los pelos mezclados
Sin mascara, frenados
Verdaderamente respirando
Transpirados, un poco pegados
Resina, savia
 
Fósil, eterno
Raíz, casa



Egon Schiele, Study of a couple, 1912

puede siquiera existir el desarraigo de aquellos  lugares en que alguna vez fuimos felices? aún no lo resuelvo

https://www.youtube.com/watch?v=eTweCgsZvQ0&list=UUkLisA_JsYjYpGz7Em-yJew



Se respiran aires frios
El cuerpo en plena conexión
No existe el miedo
No teman
No teman
Duele la carne, pero no sangra
Ojos que no ven
Oscuridad total y plena
y los colores que encienden 
Ahora levito y juego
Ahora y siempre
Se desató  amor nuestra esencia,
Ya no hay nada que lo detenga.

Federico Feliziani, autor fotógrafo artista compañero contemporáneo 








El signo

ESCUCHENLON; https://soundcloud.com/natalia-garcia-139/el-signo-mas-ahora  



"Se desató  amor nuestra esencia,

Ya no hay nada que lo detenga."


Los cuerpos ensimismados
Uno arriba del otro
Apilados , como cuchetas
Sin ropa, vacios de todo lo otro
Peso contra peso
Inmóviles, yacientes
Dos que parecen uno
Los pies encastrados,
 
Los pelos mezclados
Sin mascara, frenados
Verdaderamente respirando
Transpirados, un poco pegados
Resina, savia
 
Fósil, eterno
Raíz, casa



Egon Schiele, Study of a couple, 1912

puede siquiera existir el desarraigo de aquellos  lugares en que alguna vez fuimos felices? aún no lo resuelvo

https://www.youtube.com/watch?v=eTweCgsZvQ0&list=UUkLisA_JsYjYpGz7Em-yJew



Se respiran aires frios
El cuerpo en plena conexión
No existe el miedo
No teman
No teman
Duele la carne, pero no sangra
Ojos que no ven
Oscuridad total y plena
y los colores que encienden 
Ahora levito y juego
Ahora y siempre
Se desató  amor nuestra esencia,
Ya no hay nada que lo detenga.

Federico Feliziani, autor fotógrafo artista compañero contemporáneo 








El lujo del encuentro

Dejemos de ser dos humanos, para ser dos almas Dejemos los cuerpos, fusionemos en solo uno Dejemos también el tiempo, sé mi eterno instante ...