domingo, 22 de febrero de 2015

Agua


En momentos donde mi pulsión está puesta en otro lado, cuando la vida se me fluye mas rápido que las nubes a la orilla del mar, con el peligro inminente de una tormenta eléctrica en lo que me rodea…

Hay una salida y es mi espíritu regocijante que se sacude sobre la arena y las olas como un sondeo de vida fértil y perenne. Que es la mía, mía vida que se me ha dado para destruir mis propios prejuicios peludos y podridos. Para combatir el ego que se nos presenta en forma de cuerpo y sociedad que señala al que no saluda a los constantes mandatos de un mundo supuestamente feliz al que no sé si quiero o puedo pertenecer.

Caminos extraños que se bifurcan llenos de millones de posibilidades posibles cada vez que algo puedo decidir, y eso es siempre.


Elije tu propia aventura a cada instante, y la vida te hace saltar a la hoja 34, donde la doncella es rescatada por aliens simpáticos y felpudos que se asemejan a Alf, o bien a la hoja 234, donde dice si a un futuro insípido y vive feliz para siempre.



Río Paraná, 89,7% humedad
https://www.youtube.com/watch?v=TruavyQFPUo

Al cruzar los caminos
Al cruzar los caminos, el viajero decía 
-mientras, lento, su báculo con tedioso compás 
las malezas hollaba, los guijarros hería-; 
al cruzar los caminos, el viajero decía: 
"¡He matado al Anhelo, para siempre jamás! 

"¡Nada quiero, ya nada, ni el azul, ni la lluvia, 
ni las moras de agosto, ni las fresas de abril, 
ni amar ya a la trigueña, ni que me ame la rubia, 
ni alabanza de docto, ni zalema de vil! 

"¡Nada quiero, ya nada, ni salud, ni dinero, 
ni alegría, ni gloria, ni esperanza, ni luz. 
¡Que me olviden los hombres, y en cualquier agujero 
se deshaga mi carne sin estela ni cruz! 

"Nada quiero, ya nada, ni el laurel ni la rosa, 
ni cosecha en el campo, ni bonanza en el mar, 
ni sultana ni sierva, ni querida ni esposa, 
ni amistad ni respeto...Sólo pido una cosa: 
¡Que me libres oh Arcano, del horror de pensar! 

"Que me libres, ¡oh Arcano, del demonio consciente; 
que a fundirse contigo se reduzca mi afán, 
y el perfume de mi alma suba a ti mudamente. 
Sea yo como el árbol y la espiga y la fuente, 
que se dan en silencio, sin saber que se dan!"

Amado Nervo, abril de 1915     


Agua


En momentos donde mi pulsión está puesta en otro lado, cuando la vida se me fluye mas rápido que las nubes a la orilla del mar, con el peligro inminente de una tormenta eléctrica en lo que me rodea…

Hay una salida y es mi espíritu regocijante que se sacude sobre la arena y las olas como un sondeo de vida fértil y perenne. Que es la mía, mía vida que se me ha dado para destruir mis propios prejuicios peludos y podridos. Para combatir el ego que se nos presenta en forma de cuerpo y sociedad que señala al que no saluda a los constantes mandatos de un mundo supuestamente feliz al que no sé si quiero o puedo pertenecer.

Caminos extraños que se bifurcan llenos de millones de posibilidades posibles cada vez que algo puedo decidir, y eso es siempre.


Elije tu propia aventura a cada instante, y la vida te hace saltar a la hoja 34, donde la doncella es rescatada por aliens simpáticos y felpudos que se asemejan a Alf, o bien a la hoja 234, donde dice si a un futuro insípido y vive feliz para siempre.



Río Paraná, 89,7% humedad
https://www.youtube.com/watch?v=TruavyQFPUo

Al cruzar los caminos
Al cruzar los caminos, el viajero decía 
-mientras, lento, su báculo con tedioso compás 
las malezas hollaba, los guijarros hería-; 
al cruzar los caminos, el viajero decía: 
"¡He matado al Anhelo, para siempre jamás! 

"¡Nada quiero, ya nada, ni el azul, ni la lluvia, 
ni las moras de agosto, ni las fresas de abril, 
ni amar ya a la trigueña, ni que me ame la rubia, 
ni alabanza de docto, ni zalema de vil! 

"¡Nada quiero, ya nada, ni salud, ni dinero, 
ni alegría, ni gloria, ni esperanza, ni luz. 
¡Que me olviden los hombres, y en cualquier agujero 
se deshaga mi carne sin estela ni cruz! 

"Nada quiero, ya nada, ni el laurel ni la rosa, 
ni cosecha en el campo, ni bonanza en el mar, 
ni sultana ni sierva, ni querida ni esposa, 
ni amistad ni respeto...Sólo pido una cosa: 
¡Que me libres oh Arcano, del horror de pensar! 

"Que me libres, ¡oh Arcano, del demonio consciente; 
que a fundirse contigo se reduzca mi afán, 
y el perfume de mi alma suba a ti mudamente. 
Sea yo como el árbol y la espiga y la fuente, 
que se dan en silencio, sin saber que se dan!"

Amado Nervo, abril de 1915     


El lujo del encuentro

Dejemos de ser dos humanos, para ser dos almas Dejemos los cuerpos, fusionemos en solo uno Dejemos también el tiempo, sé mi eterno instante ...