Cuando la emoción se dispara,
hace que me duelan los ojos,
Ciertas voces
generan chips en mi cerebro
que inducen
al momento previo
a la salvación
El canto redentor del agua
que desde el tantien
se dispara hacia mis quederas
, embarras
del sortilegio alquímico de mi profundidad.
solo mía tan mía
que de ella,
ya ni quisiera escapar
Sino reír, de sentir
el sahumo tan intensamente
que a cada profundo latir
limpia mi cuerpo entre algodones
sumergiéndose en mi
como su perfecta molderíaAdolf Hirémi-Hirschl, The Souls of Acheron
https://www.youtube.com/watch?v=9IOc3pgfyhs
https://www.youtube.com/watch?v=dIjGVX67-iA
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LA POESÍA, de Eugenio Montale. Traducción de Fabio Morábito
1
La angustiosa cuestión
de si la inspiración se pergeña
en frío o en caliente no concierne
a la ciencia térmica.
El raptus no produce, el vacío no conduce,
no hay poesía en sorbete o a la leña.
Más bien parece cosa de palabras importunas
que tienen prisa de salir del horno
o del congelador. El hecho, en sí,
no es importante. Recién salidas miran
alrededor con aire de decirse:
¿qué estoy haciendo aquí?
de si la inspiración se pergeña
en frío o en caliente no concierne
a la ciencia térmica.
El raptus no produce, el vacío no conduce,
no hay poesía en sorbete o a la leña.
Más bien parece cosa de palabras importunas
que tienen prisa de salir del horno
o del congelador. El hecho, en sí,
no es importante. Recién salidas miran
alrededor con aire de decirse:
¿qué estoy haciendo aquí?
2
Con horror
la poesía rechaza
las glosas de los escoliastas.
Pero no es cierto que la demasiado muda
se baste a sí misma
o al utilero que se ha tropezado
con ella sin saber
que él mismo era su autor.
la poesía rechaza
las glosas de los escoliastas.
Pero no es cierto que la demasiado muda
se baste a sí misma
o al utilero que se ha tropezado
con ella sin saber
que él mismo era su autor.