miércoles, 26 de septiembre de 2012

No eran más que dos ojos manchados




ella comentó
una noche, arrinconada
que le dolían los labios de tanto besarlo






como en un cuento
sin mirarse

se comieron todo el odio
y se cocinaron al vapor
se enfermaron de las mismas gripes
desde el cielo
desde la vereda
desde los zócalos en los que se arrastraban

prometí escribirles un cuento
pero el amor se habla con poemas

aún no los pierdo de vista
los veo tratando de no reconocerse
pasaron dos horas...
se durmieron y en la cama había pasto, moho y tierra

decidí nunca escribirles
nunca irrumpir su destino
porque su caballo galopa encendido

y cuando corren no hay segundos puestos 




Foto: Josi Limeses  (corazón)





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